Distribución
El laurel es una especie originaria de las áreas costeras del norte del Mediterráneo, desde España hasta Grecia y Asia Menor.
Es un vestigio de los grandes bosques de laurisilva que originalmente cubrían gran parte de la cuenca mediterránea cuando el clima de la región era más húmedo.
Descripción
El laurel es un árbol perennifolio de tronco recto que alcanza una altura de entre 7 y 18 metros, de tronco recto y copa densa y oscura con ramas delgadas que forman una densa corona piramidal.
Sus hojas son lanceoladas, coriáceas y aromáticas, con el haz de color verde oscuro lustroso, mientras que el envés es más pálido.
Florece a principios de primavera, cuando hay pocas flores, y es una importante fuente de néctar y polen para las abejas.
Los frutos de laurel son unas drupas brillantes de color negro que sirven de alimentos a muchas aves en otoño.
Usos
Su madera es blanca y aromática, como sus hojas, que son las que más interés tienen.
Se utilizan mucho en cocina como saborizante pero además tienen un amplio uso farmacológico como digestivo, expectorante, estimulante, anti-reumática y aliviar la fiebre.
Mantiene las polillas lejos de los armarios de ropa, y se restriega sobre los animales para ahuyentar las moscas.
Los setos originales de los parterres de Cristina Enea estaban realizados con laurel, pero tras muchos años de abandono y sin podar se convirtieron en árboles quedando fuera de control. Generaron una densa sombra sobre el resto de vegetación del parque desplazándolas, por lo que cuando el parque se recuperó hubo que talar es densa masa boscosa de laurel para dejar espacio al resto de especies vegetales.
Ecología
A pesar de ser un árbol, frecuentemente lo encontramos en su forma arbustiva arbusto, como seto y en el arte topiario. Responde muy bien a la poda y es muy denso.
Es de crecimiento lento y puede tardar varios años en alcanzar la altura deseada.
Procedencia
Cuenca mediterránea
