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El 1 de junio de 2019 los familiares de Alfredo García González descubrieron la placa memorial en recuerdo de su allegado, que fue colocada junto a las placas memoriales de Juan María Araluce, José María Elicegui Díez, Antonio Palomo Pérez y Luis Francisco Sanz Flores, asesinados por ETA en 1976 en la capital guipuzcoana.

Las otras cuatro placas fueron colocadas el pasado 23 marzo. Entonces el Ayuntamiento no logró contactar con la familia de Alfredo García González, quinta víctima del atentado, que se pudo en contacto con el Consistorio tras conocer la colocación de las otras cuatro placas. Así, esta mañana, se ha realizado el acto para descubrir la quinta placa, en el que han participado la familia de Alfredo García González, el alcalde de Donostia / San Sebastián, Eneko Goia, y miembros de la Corporación municipal. 

Previamente, la familia fue recibida en el Ayuntamiento, donde se les entregó una réplica de la placa memoria de su familiar. 

Estas placas memoriales son las primeras cuya instalación ha impulsado el Ayuntamiento de San Sebastián como parte de su compromiso de justicia, memoria y reparación, fruto del trabajo realizado a lo largo de la legislatura en el seno de la Comisión de Derechos Humanos del Consistorio y tras haber recabado la opinión tanto de asociaciones como de víctimas a título individual. 

El Ayuntamiento tiene intención de instalar placas en recuerdo de las personas asesinadas en San Sebastián por el terrorismo de diferentes autorías (ETA, Batallón Vasco Español, GAL), así como de las personas víctimas de violencia policial desde 1960 hasta 2010, tras un proceso individual con sus familiares y respetando su voluntad. 

El entonces presidente de la Diputación Foral de Gipuzkoa, Juan Maria Araluce Villar, fue víctima mortal de un atentado cometido por un comando de ETA el 4 de octubre de 1976, en el que también fueron asesinados su chofer, José María Elicegui Díez, y sus escoltas Antonio Palomo Pérez, Luis Francisco Sanz Flores y Alfredo García González.