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Semana Europea de Prevención de Residuos del 16 al 24 de noviembre

El Ayuntamiento de San Sebastián se suma mediante la iniciativa "San Sebastián sin desperdicio"

La lucha contra el desperdicio de alimentos es uno de los grandes retos de nuestra sociedad. Naciones Unidas, a través de su Agenda 2030, plantea 17 objetivos de desarrollo sostenible, entre cuyas metas se encuentra la reducción a la mitad del desperdicio de alimentos en la venta al por menor y a nivel de los consumidores.

En Euskadi se creó el pasado año la Plataforma Contra el Despilfarro Alimentario, en la que el Ayuntamiento de Donostia/San Sebastián junto con otras entidades participa de forma voluntaria y colaborativa. Uno de los compromisos de la Plataforma es la sensibilización social en torno al impacto del desperdicio de alimentos.

El Ayuntamiento donostiarra puso en marcha en 2018 la iniciativa SAN SEBASTIÁN SIN DESPERDICIO, que aborda la prevención del desperdicio en tres sectores: restauración, comercio de alimentación y hogares. Esta iniciativa pretende reducir el desperdicio y sensibilizar a la ciudadanía para que se impliquen en el reto planteado por Naciones Unidas.

Hasta el momento, 31 restaurantes de la ciudad han sido ya reconocidos con el distintivo “SAN SEBASTIÁN SIN DESPERDICIO” y se ha publicado la “Guía para restaurantes. Cómo luchar contra el desperdicio de alimentos” con el fin de facilitar información a aquellos restaurantes que quieran sumarse a este reto. Tanto la guía como la lista de restaurantes participantes están disponibles en la web del propio Ayuntamiento.

En pocas semanas, aquellos restaurantes que cuentan ya con el distintivo de la campaña tendrán a su disposición una web de reservas que incorporará la posibilidad de pre-reservar los menús, de manera que los restaurantes puedan planificar mejor su trabajo, y reducir así los excedentes en la cocina. 

Algunos de los establecimientos con distintivo ya realizan diversas prácticas para no malgastar la comida; por ejemplo, en muchos restaurantes ofrecen a sus clientes la posibilidad de llevar a casa la comida de los platos que no ha terminado. En otros establecimientos tienen implantada la aplicación Too Good to Go para extraer los excedentes diarios, dando así valor a la comida que de otro modo se convertiría en residuo. En otros casos, se tiende a dar comida a pequeña escala, lo que aporta valor social y de cohesión al barrio.

Abordar la lucha contra el desperdicio de alimentos es un gran reto, pero la interacción entre los diferentes agentes (restaurantes, comercios y ciudadanía) puede multiplicar el efecto y contribuir notablemente al cumplimiento del objetivo que Naciones Unidas nos plantea.

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