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Creación del Cuerpo de Bomberos de San Sebastián


El mismo año 1842 se realizó el primer Reglamento de Bomberos, que si bien no establecía un cuerpo como tal, ordenaba las formas en la que las personas debían prestar auxilio en caso de incendio. Cada vecino debía acudir con cubos y herradas llenas de agua, y quienes tenían pozos debían permitir, bajo multa de un ducado de vellón, sacar agua de los mismos facilitando a su vez cuerda y pozal.

Todos los maestros de obras debían, bajo multa de 4 ducados de vellón, presentarse en el lugar el incendio con sus hachas, picos y demás herramientas.
El Arquitecto de la Ciudad era el encargado de dirigir las tareas en estos casos.

El 10 de Septiembre de 1867 el Ayuntamiento acuerda que el servicio de Bomberos, prestado hasta entonces de forma semi-privada por la Sociedad de Socorros Mutuos, debe ser un servicio totalmente municipal. Dicho acuerdo adquiere validez legal el 20 de Octubre de ese mismo año.
De esta forma quedó constituido el Cuerpo de Zapadores-Bomberos de San Sebastián.

El vestuario y equipo de los bomberos consistía en: un casco de cuero charolado con cimera de metal, blusa o chaquetilla, pantalón de dril, cinturón ancho de salvavidas con anilla y mosquetón y alpargatas; iban provistos además de hacha y cuerda los de la primera brigada; de llave y cuerda los de la segunda, y de cuerdas los de la tercera.

En el exterior de la casa de todos los bomberos se colocaba una placa en la que figuraba el piso en el que vivía el mismo así como su número. De esta forma en caso de incendio los vecinos podían localizar y avisar a todos los bomberos para que acudiesen al lugar del incendio.

Durante las noches existía un retén de Bomberos en cada Parque o almacén, formado por un capataz o cabo y 4 bomberos.

Cuando los bomberos debían acudir a un incendio desde sus casas, primeramente lo hacían al Parque o almacén en que estuviesen asignados para hacerse con los enseres necesarios y dirigirse al incendio. Se premiaba a los que antes llegaban así como a los que más arrojo y valentía mostraban en el desempeño de sus funciones.

Los avisos y ordenes se realizaban mediante corneta, existiendo en el actual Parque de Bomberos, una copia de la partitura de los toques que incluyen entre otros "Ligero" o "A la carrera".

Además de los propios bomberos se creaba la figura del Guarda-Almacén, que era el responsable de la custodia y mantenimiento de los materiales y bombas del Parque. Entre otros requisitos, debía saber leer y escribir.

Junto con la creación del Cuerpo de Zapadores-Bomberos se crearon los correspondientes reglamentos para los distintos cargos del mismo, así como reglamentos para los vecinos y los distintos almacenes susceptibles de arder en caso de incendio.