Un recorrido circular que te invita a disfrutar de la periferia del territorio de la ciudad caminando.Descubrirás un terreno mixto entre rural y periurbano, en el que se alternan paisajes de campiña con caseríos tradicionales, parques urbanos de bosques bien conservados, paisajes de ribera al borde del Urumea o el ambiente portuario de las dársenas protegidas de la Herrera, que contrastan con la naturaleza todavía salvaje de los acantilados de Ulia.
La Vuelta a Donosti pretende poner en valor el paisaje que rodea la ciudad, ayudándonos a descubrirlo de una manera saludable y respetuosa con el entorno, llegando a conocer puntos de interés paisajístico y etnográfico, y el patrimonio cultural e histórico de la ciudad más desconocido pero no por eso menos importante.Descarga el mapa en formato PDF
Partiendo de las puertas del edificio del Ayuntamiento recorre el Paseo de La Concha hasta Ondarreta para subir a Igeldo, dando vista a la vasta extensión del Cantábrico. De su pintoresco núcleo urbano se desciende por la ladera Sur a la ribera de Gorga , hábitat natural de la endémica ranita meridional, se asciende de nuevo hasta la muga con Usurbil, magnífica atalaya sobre la ribera del Oria y buena parte de la comarca de Donostialdea. El recorrido termina descendiendo entre caseríos a Añorga y, a través del bidegorri, a Añorga-Txiki.
Desde Añorga-Txiki se asciende para adentrarse en el Parque de Miramon, uno de los pulmones verdes de la ciudad. Se alcanza la colina de Oriamendi tras pasar junto al Museo de la ciencia y, recorriendo la muga con Hernani, se desciende por Basozabal hasta la vega del Uumea, para llegar hasta Martutene. En esta parte del recorrido cierran el horizonte las siluetas de los montes que rodean la cuenca alta del Urumea. Se asciende, finalmente, la colina de Antondegi, lugar que sorprende por la conservación de su ambiente rural, pese a la proximidad de los polígonos industriales.
La ruta sigue el camino de sirga que, pegado al cauce del río Urumea, recorre sus meandros hacia la desembocadura, sorprendiéndonos con su paisaje fluvial. Se asciende en Loiola al Parque de Ametzagaña, llegando hasta su fuerte para descender luego hacia Molinao y volver a ascender a Alza y, junto al Puerto de Pasajes y su dársena, terminar en el Alto de Miracruz, entrada natural de la ciudad desde el Este. Varios edificios singulares jalonan el recorrido de esta etapa.
Esta etapa recorre el entorno más salvaje del territorio donostiarra. Ascenciendo primero hasta el punto culminante de Ulia, desde donde se domina una buena parte de la geografía guipuzcoana, la ruta visita el faro de la Plata, lugar de gran encanto sobre la bocana del Puerto de Pasajes y recorre luego los senderos sobre los acantilados para descender finalmente a Sagües y recorrer la última parte de la ruta, ya urbana, por el Paseo de la Zurriola y el Monte Urgull, una de las atlayas de visita imprescindible de la ciudad, terminando junto al Ayuntamiento, punto inicial de la Donostiako Itzulia.