La conocida ya como revolución de la longevidad enfrenta a las sociedades desarrolladas a un conjunto de retos que las ciudades han de afrontar con urgencia para garantizar el envejecimiento de población en condiciones de dignidad y respeto a su autonomía. En particular, los aspectos relativos a la vivienda son clave en la generación de espacios de vida facilitadores para las personas que envejecen.
Es sobradamente conocido que las personas que envejecen desean vivir de forma independiente, y permanecer en el propio hogar y en su entorno habitual el mayor tiempo posible, aún en caso de necesitar ayuda. La adecuación de la vivienda y el acceso a los servicios comunitarios y sociales de cuidado y apoyo son esenciales para responder a este deseo y permitir así envejecer de forma cómoda y segura en la comunidad y entorno social al que se pertenece. En determinadas ocasiones, las barreras y dificultades que presenta su hogar hacen que las personas mayores se vean abocadas a trasladarse, en contra de su deseo; otras veces, la aparición de situaciones de fragilidad o dependencia, o el requerimiento de determinados cuidados pueden hacer necesario el abandono del hogar.
En cualquier caso, la relevancia del tema requiere poner foco e identificar bien el escenario y las necesidades que el envejecimiento de la población vasca va a plantear en una proyección de 20/30 años para así definir estrategias que permitan hacer frente de la manera más adecuada a los retos que se nos plantean en este ámbito.
La esperanza de vida sigue avanzando y el número de personas mayores es cada vez mayor. El envejecimiento del envejecimiento se ha triplicado durante la última década en Euskadi; los mayores de 80, que ya han superado la esperanza de vida media de su generación, son tres de cada diez personas mayores.
La edad no es hoy un elemento de homogeneización, no somos iguales, no tenemos los mismos intereses ni nos encontramos en la misma situación por tener la misma edad. La heterogeneidad en este colectivo requiere considerar el elemento diversidad y modalidades diferentes en la planificación de viviendas para mayores, en todos los casos ubicadas en entornos comunitarios y desde una planificación de servicios y atenciones ajustada a la realidad de la zona.
Comienza a desarrollarse en nuestro entorno iniciativas promovidas desde el mundo asociativo de co-housing/viviendas colaborativas que promueven la convivencia y quieren evitar la soledad. ¿Que tipo de políticas hay que desarrollar para que estas iniciativas puedan llegar a buen término?.
En el centro y norte de Europa desde hace ya varias décadas se desarrollan políticas de viviendas para toda la vida, tanto independientes como en el marco de centros gerontológicos en la modalidad de unidades de convivencia. El modelo “vivienda”, ofrece una alternativa “doméstica” que preserva la intimidad de las personas cualquiera que sea su situación de dependencia.
Se plantea por tanto el reto de promover normativas de “vivienda para toda la vida”, que afrontan las situaciones de dependencia si esta aparece, basadas en el diseño para todos o diseño universal, con el objetivo de acercar la construcción a las necesidades futuras.
En este contexto, el Plan de Ciudad Donostia Lagunkoia contempla la vivienda como un ámbito de trabajo específico fijándose los siguientes objetivos:
Facilitar el mantenimiento/permanencia de las personas mayores en un entorno seguro, accesible, con servicios de proximidad adecuados.
Propiciar el acceso a una vivienda adecuada, accesible y segura a todas las personas mayores.
Impulsar una oferta de alternativas residenciales que se adapte a la heteregoneidad del colectivo de manera que las viviendas, su diseño y el modelo de servicios se adapte a la necesidad de ayuda.
Objetivos de la jornada:
Abrir el debate sobre la vivienda en el marco de los procesos de amigabilidad que se están generando en Donostia y Euskadi con vistas a una buena planificación de las políticas de vivienda y su articulación con las políticas sociales, sanitarias, de cuidado, ...en una proyección de 20/30 años.
Generar diálogo entre profesionales de la planificación urbana, de la arquitectura, los servicios sociales, sanitarios, y otros profesionales interesados, sobre las retos y necesidades que en el ámbito de la vivienda se identifican con relación al crecimiento de la esperanza de vida y el envejecimiento de la población y el incremento de las situaciones de dependencia.
Dar a conocer entre profesionales y ciudadanía las últimas tendencias en materia de:
adaptación e intervenciones en la vivienda habitual para que esta lo sea para toda la vida
diferentes alternativas de alojamientos para personas mayores
diferentes experiencias en torno a la adaptación de las viviendas sociales a las necesidades de una sociedad envejecida
Aprender de experiencias que se están desarrollando e identificar elementos de éxito en la articulación de las políticas de vivienda y los modelos de provisión de servicios de cuidado y apoyo.
Destinatarios
Esta jornada se dirige a profesionales de las disciplinas involucradas, mundo asociativo, planificadores y responsables de políticas públicas en materia de vivienda y envejecimiento. Se pretende la incorporación de visiones diferentes, de carácter multidisciplinar y transversal, de forma que podamos asociar a la jornada/s a todos los sectores susceptibles de aportar contribuciones interesantes.