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Alcalde
Donostia es mi ciudad. Aquí nací y crecí. Aquí están mis recuerdos, mis vivencias y mi memoria, aquí es donde hago mi vida. Que es lo mismo que decir que buena parte de mí no se entiende sin entender Donostia. Por avatares del destino y la confianza de los ciudadanos, ejerzo el cargo de Alcalde, una tarea que me honra, me enorgullece y que asumo con la máxima responsabilidad.
Donostia es una ciudad que despierta cada mañana. Por sus calles, que son sus venas, corre una energía renovada. Es una ciudad viva, dinámica, en constante transformación, que busca nuevas metas y nuevos horizontes. Pero no podemos ser conformistas: la contemplación sólo lleva a la parálisis, algo que no podemos permitirnos si no queremos quedarnos atrás..
Las urbes del siglo XXI necesitan canalizar adecuada y eficazmente ideas y proyectos, facilitar el progreso, el bienestar y la prosperidad de todos sus habitantes, estimular la iniciativa, promover su economía abriéndola al mundo, sacar provecho de sus fortalezas, corregir sus carencias y renovar constantemente sus estructuras. Las ciudades deben atender a los más desfavorecidos, que los hay, y garantizar unos buenos servicios para el conjunto de la ciudadanía. Y necesitan hacer realidad sus proyectos y reinventarse constantemente, para no quedar marginados en un mundo en cambio constante.
Desde la conciencia de nuestros valores, nuestra identidad y nuestra historia, tenemos que ser ambiciosos para seguir transformando Donostia como ciudad y como idea. Debemos convertir los discursos y los conceptos en hechos. Hemos de ser capaces de encauzar toda esa energía que cada mañana bulle por nuestras calles para que cristalice en un proyecto en el que quepamos todos y del que todos podamos sentirnos orgullosos de pertenecer.
En esa tarea voy a poner todo mi empeño, trabajo y dedicación desde el cargo que me ha tocado ejercer. Y a este proyecto te invito a participar. Juntos seremos capaces de seguir haciendo de Donostia una ciudad envidiable.
