Secesión. Sin duda es un homenaje hacia sus padres. Los bustos en alto relieve del matrimonio Aguirre-Wittmer se disponen de perfil y en actitud de estar contemplando la ciudad desde la eternidad. Son la base de una cruz en la que una hiedra se ha adherido y crece en busca de la imagen de Cristo o el momento de Resurrección próximo, a juzgar por la presencia de la paloma con el ramo de olivo. El paramento de la cabecera se recoge en su parte superior por la guirnalda de fruto acerolado e iluminando el conjunto pebeteros de llama permanente.

Marcial de Aguirre y Lazcano, *1840 Bergara +1900 San Sebastián. De su pueblo natal saldría un joven Marcial, con grandes aptitudes hacia el dibujo, con destino a Roma en 1858. Coincide con el  pintor Eduardo Rosales y con Mariano Fortuny con los que entabla amistad. En 1864 se le concede una beca  para continuar su formación. Dos años después con su obra escultórica de San Ignacio gana Medalla de Segunda Clase en la Exposición de Arte en Madrid. Con esta obra logra abrirse camino en su vida profesional.

Se casa en 1869 con Lavinia Wittmer, hija y nieta de pintores alemanes de la escuela de los "nazarenos". En Roma nacen sus dos hijos mayores Luis e Ignacio en 1872 y 1874. Este último año fijan su residencia en San Sebastián y aquí nacerá Augusto en 1876 y Francisco en 1884.

En la Plaza de Okendo se levantó, en 1895, el monumento al almirante Antonio de Oquendo. Se encargó a Marcial Aguirre el proyecto siendo los talleres de Masriera y Campins, de Barcelona, la encargada de fundir la estatua.

Para este campo santo atendió los encargos de una clientela particular, ejemplo de ello son el monumento ubicado en San Sebastián 21-23 del año 1885. El de  Santa Catalina 79, del año 1886, obra en la que confluyen tanto las lecciones que recibiera sobre el arte clásico en Roma y la calma espiritual que caracteriza a los pintores nazarenos. En Santa Teresa 138-140 del año 1889 se nos transmite la grandeza del Barroco en una envoltura elegante y serena propia del estilo Clásico. Recurre al tema del medallón tanto del Renacimiento como del Barroco para destacar la persona del finado.

La firma Aguirre que aparece en muchos de los monumentos de Polloe corresponde a los hijos de Marcial. Detrás de este apellido estarán Luis que con tan sólo diez años ya estaba inscrito como escultor y con veintidós figuraba como transeúnte, quizá por estar formándose fuera de la ciudad. Así como Ignacio y Francisco. También Augusto que cuando se titula en 1905 como arquitecto por el colegio de Barcelona firmará muchos de los planos que luego sus hermanos ejecutarán. Hijos de Marcial de Aguirre en torno al año 1896 abrió su almacén cerca de Polloe.