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Bando del Alcalde con motivo de la crisis del coronavirus
Estimadas/os donostiarras:
La capacidad demostrada por nuestra ciudad para recuperarse de las crisis se sustenta en un compromiso individual de todos los y las donostiarras para asumir una serie de responsabilidades cívicas en nuestro nuevo día a día.
Difícilmente habríamos imaginado que nuestra ciudad viviría la situación que ha marcado nuestra vidas durante estos últimos meses. Han sido tiempos duros, pero hemos aprendido y recordado cosas que no sabíamos o tal vez habíamos olvidado. El valor de la salud, la capacidad de hacer frente a la adversidad y resistir, el sentimiento de pertenencia a una comunidad que sabe cuidarse y ayudarse, el sentido de la responsabilidad individual y colectiva...
Hemos recuperado el aprecio y el sentido de muchas cosas que habíamos dejado de valorar como se merecen. Hemos aplaudido en los balcones a quienes cuidan de nosotros. Nos hemos prometido que cuando las cosas mejoraran ayudaríamos a quien lo necesitara con nuestro comportamiento cívico, cambiando nuestros hábitos y nuestras formas de actuar.
Han sido tantos pensamientos, tantos sentimientos los que han protagonizado nuestras vidas durante estos días que no resulta sencillo condensarlos en unas pocas líneas.
Durante este tiempo hemos sufrido pérdidas que hemos llorado como consecuencia de esta enfermedad y de otras afecciones, personas que se han marchado y a las que no hemos podido dar nuestro último adiós como hubiéramos deseado y como necesitamos. Vaya para ellas, para sus familiares y amigos, mi más sincero abrazo.
En estas últimas semanas vivimos el despertar de nuestra ciudad. Cada vez podemos hacer más cosas, recuperamos poco a poco parcelas de nuestra libertad perdida y miramos al horizonte esperanzados. Es en este particular momento cuando siento la imperiosa necesidad de dirigirme a mis conciudadanos.
Durante los meses más oscuros de esta crisis me he sentido más orgulloso que nunca de pertenecer a esta comunidad, de ser donostiarra. Un orgullo que ha sido el motor que nos ha permitido superar esta situación como Donostia sabe hacerlo: desde la solidaridad y la responsabilidad. Estos son precisamente los ingredientes que más vamos a necesitar a partir de este momento.
No es la primera vez que Donostia hace frente a una situación adversa. Donostia ha sufrido a lo largo de su historia incendios, guerras, el azote de la violencia y de la crisis económica. Siempre hemos sido capaces de superar las dificultades, reponernos de los golpes y avanzar para conseguir una Donostia mejor. Y la clave siempre ha estado en los donostiarras. Estoy convencido de que a pesar de las dificultades, también esta vez seremos capaces de hacerlo. Lo haremos, si como lo hemos hecho en otras ocasiones, sabemos permanecer unidos, si somos capaces de ayudarnos, de colaborar.
Un pacto intergeneracional.
En este momento en el que disfrutamos de una cada vez mayor libertad es más necesario que nunca que seamos capaces de actuar con responsabilidad y sensatez. De ello depende nuestra salud y la de nuestros convecinos. Desconocemos el tiempo durante el cual el virus convivirá con nosotros, ni la evolución que tendrá esta pandemia. Lo que sí sabemos es que a partir de ahora seguimos teniendo la obligación de cuidarnos unos a otros. Cuidarnos para cuidar y proteger a los demás. En nuestra mano está ser responsables, ser cuidadosos, respetar las recomendaciones que conocemos para impedir poner en riesgo a los demás. No hay mayor acto de solidaridad que éste. No hay norma, ley o sanción que tenga más fuerza que nuestro compromiso con la comunidad a la que pertenecemos y nuestra voluntad de cuidarla. En la calle, en las tiendas, en el autobús, en la playa... en cada momento y lugar tenemos la ocasión de cuidarnos unos a otros. Respetando y siendo respetados. Tenemos la ocasión de demostrar que somos capaces de hacerlo.
Solidaridad individual y colectiva
Tenemos ante nosotros meses intensos, meses en los que superada esta crisis tendremos que arrimar el hombro para reconstruir nuestra ciudad, reconstruir Donostia. Y para ello va a ser más necesario que nunca que mantengamos vivos esos sentimientos y esos valores que han aflorado durante las duras semanas de confinamiento. Las consecuencias derivadas de este periodo de confinamiento y congelación de la vida en nuestra ciudad van a ser duras. Lo están siendo ya para muchas personas que conviven con nosotros y que tienen ante sí un inmenso reto. Un reto que es de todos, y al cual debemos hacer frente unidos.
Las instituciones tenemos gran responsabilidad en acertar a la hora de tomar medidas que ayuden a revertir la situación. Nuestro Ayuntamiento deberá jugar un importante papel en este contexto. Pero eso no debe hacer que eludamos nuestra dimensión de ciudadanos. Lo que seamos capaces de hacer o de no hacer como ciudananos será más determinante que nunca. Ahora más que nunca es absolutamente necesario que nos hagamos la siguiente pregunta: ¿Qué voy a hacer de ahora en adelante por el bien común? ¿En qué puedo ayudar para que Donostia se reponga de esta situación y pueda ser una Ciudad mejor? Será la respuesta que demos a esta pregunta la que haga posible que Donostia se levante y siga avanzando.
Por todo ello, y de cara a que esta nueva etapa permita recobrar lo antes posible nuestra normalidad, os conmino e invito a:
- Atender y cumplir todas las recomendaciones sanitarias, de higiene y sociales que las autoridades civiles están trasladando.
- Mantener una actitud cívica y responsable, que permita que todos aquellos órdenes de la vida social puedan desarrollarse con las elementales garantías de seguridad.
Responsabilidad de cada uno
La respuesta que os pido no es otra que la del compromiso de cada uno de nosotros para llenar de vida nuestras calles, conocer y disfrutar en plenitud de nuestra ciudad, comprar en nuestros comercios, mercados y empresas, mirar por nuestros vecinos y mayores, contaminar menos y ayudar a que entre todos podamos seguir construyendo una Donostia mejor. Una Donostia que queremos cuidar como lo que es: nuestro hogar, nuestra casa, nuestra ciudad.
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