Donostia Lagunkoia debatió sobre ello en Tabakalera.
Así, la edad de inicio de la vejez es un tema que luce sobre la mesa de muchos agentes y organismos implicados. Entre ellos, la propia iniciativa Donostia Lagunkoia, que abrió el debate en la jornada de trabajo que celebró el pasado mes de febrero en Tabakalera. Contó para ello con la participación de Javier Yanguas, Doctor en Psicología Biológica y de la Salud e investigador del Instituto Matia, y Lola Elejalde, Directora de Prospectiva y Estrategia de Innobasque.
Tal y como concluyó esta pareja de expertos: “utilizamos los 65 años, la edad oficial de jubilación, como edad de inicio de la vejez. Pero esta forma de medir no tiene en cuenta los cambios que se están produciendo; las personas de esa edad no se sienten viejas, y su proceso de madurez aún no ha finalizado. En este momento, el desafío está en conectar con el deseo personal y proyecto vital, y la ciudad debe ayudar y ofrecer posibilidades para ello”.
Centenarios y heterogéneos
La directora Científica de Matia Instituto Gerontológico, Mayte Sancho, coincide en que, al hablar sobre envejecimiento hay que dejar de lado los estereotipos: “La edad no es un elemento de homogeneización, no somos iguales, no tenemos los mismos intereses ni nos encontramos en la misma situación por tener la misma edad. Es totalmente necesario reconocer la heterogeneidad en este colectivo y erradicar la etiqueta ‘mayores”.
En una entrevista publicada recientemente en el periódico Deia, Javier Yanguas manifiesta que la sociedad actual está en la antesala de una revolución de la que no es ni siquiera consciente. “Se están extendiendo nuevos tipos de envejecimiento, pero nuestra visión social sigue sin cambiar. No hay más que comparar a los mayores de 70 años de hoy en día con los de hace dos décadas, no tienen nada que ver”, afirma el investigador.
Yanguas y Sancho son, precisamente, coautores de un estudio sobre prevención gerontológica que tiene previsto publicar la Obra Social La Caixa próximamente. En este estudio se analizan datos sociodemográficos actuales de la población estatal, y refleja una realidad perfectamente extrapolable a Euskadi, en la medida que las cifras que arroja nuestra comunidad “son todavía más acusadas”. El estudio detalla que la población centenaria ha crecido en el Estado en un 58,7%, y la longevidad sigue su curso a marchas forzadas.
Publicada el 05/26/2017